La Cátedra Krystaline-UMH pide puntuar la vida útil en las obras públicas

14 noviembre 2022

La Cátedra Krystaline-UMH ‘Eficiencia en la construcción’, creada hace un año por la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y la empresa Krystaline Technology, que produce y distribuye un innovador aditivo impermeabilizante del hormigón, ha alumbrado su primera publicación: un informe independiente elaborado por juristas, ingenieros, arquitectos y expertos en el sector de la construcción que, a la luz del nuevo Código Técnico de la Edificación, concluye que los pliegos de condiciones de las licitaciones de obras públicas deberían puntuar la ‘durabilidad’ de las infraestructuras.

El director de la Cátedra, el economista José Antonio Trigueros, y el responsable del consejo asesor de análisis del sector público de la misma, Juanjo Bolufer, destacan que, aunque de forma poco concreta, la reforma de la normativa obliga por primera vez a valorar la inclusión de elementos de sostenibilidad o que permitan alargar la vida útil de las obras. Así, el informe encargado por la Cátedra propone que las licitaciones de obra civil de Gobierno y Generalitat (puentes, carreteras, colegios, centros de salud, etc.) contemplen en la valoración de las ofertas la incorporación de tecnologías que permitan alargar esa vida útil.

«Hasta ahora no se ha tenido en cuenta este factor para valorar ofertas, primamos el precio. Y de hecho, si se incluye esta tecnología como mejora, suele penalizar porque la oferta económica es más cara que la de un competidor que no lo use», lamenta Trigueros. Sin embargo, el ahorro teórico que puede conseguirse en una obra que incluya dichas tecnologías, como los aditivos cristalinos para hormigón que aseguran su buen estado hasta medio siglo, justificaría este nuevo criterio contemplado por el Código Técnico.

Valorar la sostenibilidad en vez del precio

El fundador y CEO de Krystaline Technology, Jorge Company, impulsor de la Cátedra junto a la UMH, lleva años dedicado a ‘evangelizar’ al sector en España. Después de años de trabajo duro, ha conseguido introducirse en multinacionales como Cemex (a partir de una obra en Palma de Mallorca donde Krystaline hizo ‘desaparecer’ el agua de unos cimientos inundados por el nivel freático), FCC (que ha usado su aditivo impermeabilizante para las obras del nuevo edificio de Distrito Digital, en el puerto de Alicante) o Acciona, con quien tiene en marcha un proyecto de I+D. Pero aún así, lamenta que en España no existe una cultura del uso de aditivos cristalinos para el hormigón como en Reino Unido o Estados Unidos.

«En esos países, para construcciones afectadas por la humedad, la legislación obliga a incorporar una membrana, como aquí, y un aditivo. Es decir, una doble protección. En España aún vamos solo al precio». Krystaline ha llevado a cabo estudios en laboratorio en Chile que demuestran que su aditivo alarga hasta 25 años la vida útil de un pilar de hormigón, y está realizando pruebas en nuestro país con el Instituto Torroja. Con Acciona, su investigación se pondrá a prueba en breve con unos cajones de hormigón sumergidos en el puerto de Gijón. «Hay que cambiar nuestra cultura del precio a la sostenibilidad, la duración, el buen servicio», defiende.

La Cátedra UMH-Krystaline calcula que, empleando este tipo de productos en las obras públicas, que retardan su corrosión por efecto de la humedad, la Comunitat Valenciana podría ahorrar 1.200 millones de euros solo en obras no licitadas por no ser necesarias (al perdurar aún las originales), a los que habría que sumar alrededor de 300 o 400 millones más durante ese período en mantenimiento no necesario, al retrasarse la aparición de desperfectos. En total, unos 1.600 millones por el efecto multiplicador del uso de aditivos. A nivel nacional, «estamos hablando de un ahorro equivalente al 0,8% de nuestro PIB», subraya Trigueros.

Fuente: Alicante Plaza (https://alicanteplaza.es/catedra-krystaline-umh-puntuar-vida-util-obras-ahorro)